lunes, 21 de enero de 2013

La estigmatización pervive porque se asocia violencia con enfermedad mental


 Sabedor de que tiene que haber de todo, Juan Sánchez Vallejo asegura que a él le ha tocado en suerte reivindicar la «dignificación de la enfermedad mental». Por ello, su labor de divulgación en torno a esta disciplina le situó en la primera línea de un actor, Sardo Irisarri, que se interesó por abordar sobre la escena un tema que no siempre cuenta con el favor adecuado. El psiquiatra toledano accedió a esta petición escribiendo un texto -‘Locos de desatar’- con el que ‘regresa’ a su ciudad y al Rojas un montaje que otorga voz a un colectivo «que lleva en crisis cientos de años».
Las informaciones que circulan por la red apuntan que nació en el Norte pero no es así.
No, soy más toledano casi que la Catedral. Nací en la cuesta del Arrabal, aunque llevo fuera muchos años. Estudié la carrera y la especialidad en Sevilla, me fui a vivir algún tiempo a Madrid y me vine hace 40 años al País Vasco. Pero siempre he regresado, no he abandonado nunca mi patria toledana. 
¿Por qué este texto de teatro?
Por casualidad, yo me dedico a la medicina y a la psiquiatría, lo que pasa es que escribo libros, sobre todo ensayos, relacionados con temas médico/social/psicológico/psiquiátrico, y un amigo actor (Sardo Irisarri) me encargó este trabajo. Me pidió una obra dramática que hablase de la salud mental en general. Me opuse rotundamente pero cedí y salió una obra que está teniendo, por esta zona y también por parte de la Mancha, un éxito importante. Más de lo que me hubiera imaginado.
Así que el resultado está siendo placentero ¿no?
Me siento muy bien porque la obra llega a la gente. Es muy emotiva porque presenta un personaje tierno, muy necesitado de cariño y marginal como casi todos los pacientes que han estado ingresados en un manicomio. Es un personaje que inspira ternura y a veces risa porque la obra tiene su parte cómica.
¿Qué le supone presentar esta obra en Toledo?
Mi interés de llegar a Toledo con ‘Un loco de desatar’ es por ese prurito que tenemos de llevar las cosas a nuestra tierra para que nuestros familiares lo puedan disfrutar.
No se trata de un asunto sencillo y es de suponer que la tarea ha requerido meditación.
La intención es la dignificación del enfermo mental. Nos quejamos todos, con razón, de la profunda crisis económica y social que estamos pareciendo, pero no nos damos cuenta de que hay marginales y marginados, como son los enfermos mentales, que llevan en crisis cientos de años y me temo que seguirán en crisis. Es una crisis no sólo económica y moral, es una crisis que les estigmatiza. Por eso la obra, para identificarse con un personaje que ha sufrido y sufre mucho porque lleva 20 años encerrado en un manicomio, con lo que eso implica.
No cabe duda de que es una buena fórmula de acercamiento a un mundo olvidado.
Sí, porque un no se sabe las grandes tragedias que se encierran entre las paredes de la un centro psiquiátrico. Uno que está acostumbrado a verlo ha querido transmitir esa imagen de dureza, pero al mismo tiempo de ternura.
¿Por qué se sigue estigmatizando a estos enfermos?
Nos lo ponen a huevo, hablando mal y pronto. No hay noticia relacionada con la violencia que no se asocie con posibles enfermedades mentales del autor. Se está ligando permanentemente violencia con enfermedad mental. Eso, además de ser un error científico, médico y psiquiátrico, es absolutamente injusto y mentiroso. Entre los enfermos mentales puede haber imbéciles y malvados, pero no más que en la vida social. El enfermo mental no mata por voluntad de matar, cuando lo hace, que es una minoría si lo comparamos con el número de asesinatos que se dan en la gran sociedad, mata defensivamente. No es un malvado, es un enfermo, pero esa asociación es constante. Es lamentable.
¿Cómo se puede cambiar esta percepción?
Es muy difícil porque está internalizado en la mente humana. Se identifica enfermedad mental con tontuna, con imbecilidad o con violencia. Con lo peor, y eso crea una estado mental de prejuicio, de juicio sin valoración previa, de acusación sin prueba, de marginalidad. Decía Einstein, que era muy sabido, que es más fácil destruir un átomo que un prejuicio.
Esta obra es una buena forma de hacerlo, ¿no cree?
Esa mi intención y la de un actor extraordinario. Tratamos de romper prejuicios, y aunque no creo que lo consiga estoy poniendo mi granito de arena.
Desde luego ha demostrado valentía al abordar este tema sobre la escena.
Llevo escribiendo, no teatro, pero sí libros sobre este tema mucho años y más que valentía es tozudez. Llevo 40 años luchando por la dignificación del enfermo psíquico y hasta que me muera seguiré haciéndolo.
Muchos de sus compañeros prefieren no salir de sus círculos profesionales.
Se qué la gran mayoría de mis compañeros, al margen de los ámbitos de consulta y de sus trabajos clínicos, no se dedica a escribir ni quizá se plantean este tipo de formatos, pero tiene que haber de todo. A mí me ha tocado ser reivindicativo, soy muy dado a hacer psiquiatría fuera de los despachos buscando las raíces sociales de la enfermedad. Ahí sigo y seguiré.
Muchos especialistas consideran que es una frivolidad ‘socializar’ esta enfermedad.
Se frivoliza cuando se sabe que la raíz social está en el 80 por ciento de las enfermedades mentales y no se actúa en consecuencia. Eso sí que es frívolo, lo que no es frívolo es que si entiendo que las raíces de una neurosis están en un contexto familiar y social ‘x’ yo no me voy a limitar a dar unas pastillitas para ver si reacciona bien. Salgo a la calle y lo denuncio, lo abordo. No quiero ser un héroe, sólo soy consecuente con mis principios y con lo que me han enseñado en la Universidad.
Que no es poco.
Lo intento sin molestar a nadie. No es una obra ideológica, es una obra social que pretende trasladar a la sociedad lo mal que se pasa entre cuatro paredes, incluso cuando supuestamente ya está compensado, que no curado, y este individuo paradójicamente no se atreve a salir a la gran sociedad.
http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z3C731FF7-951F-7ECD-F466F84926A6076A/20130120/estigmatizacion/pervive/porque/asocia/violencia/enfermedad/mental





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