Este artículo es fruto del seminario
interdisciplinar del Grupo Aporia y el Instituto
docente y de investigación Sant Pere Claver,
cuyos miembros son: Leonor Almirall, Marcel
Cano, Lluís de Ángel, Josep Maria Esquirol,
Sabel Gabaldón, Lía Litvan, Lluís Mauri;
Montserrat Picanyol, Sergio Ramos, Begoña
Román, Mercè Teixidó, Jorge Tió y Berna
Villarreal.
Se ha querido reflexionar críticamente sobre el diagnóstico en salud mental, desde varias perspectivas: epistemológicas, éticas, filósoficas, etc. El trabajo ha sido fruto de varios meses de reuniones entre profesionales de varias disciplinas, psiquiatría, psicología, trabajo social, filosofía, etc. En este trabajo defenderemos las siguientes ocho
tesis:
1. Desde el punto de vista ético, el objetivo
principal del diagnóstico es orientar una
intervención que procure la mayor funcionalidad
y el mayor bienestar posibles.
2. En salud mental, el diagnóstico ha de ser
adecuado e integral, de forma que tenga en
cuenta tanto la comprensión holística como la
explicación de carácter más causal.
3. Hay que subrayar la revisabilidad del
diagnóstico, tanto por su naturaleza hipotética
como por la plasticidad psicológica y
psicopatológica de la persona, especialmente en
las etapas evolutivas del desarrollo (infancia y
adolescencia).
4. Es necesario ser muy conscientes de la
importancia del diagnóstico y de las
consecuencias incluso contradictorias que pueda
tener. Si bien es un instrumento muy eficaz para
mejorar la comprensión, intensificar la
responsabilidad y proteger a las personas de los
sentimientos de culpa y de las malas
interpretaciones profanas, también puede tener
usos inadecuados, o llevar a estigmatizaciones.
5. Conviene favorecer que el paciente forme
parte del proceso y sea activo en la comprensión
de su situación, lo que ya es un primer paso para
afrontarla.
6. En función de las necesidades del
paciente, la atención profesional debe incluir
también a la familia o a sus personas allegadas.
7. Por el grado de afectación que los
problemas de salud mental pueden comportar
sobre la autonomía de las personas, se acentúa la
responsabilidad profesional en relación al
paciente, a sus derechos y a su proyecto de vida.
8. Conviene que haya trabajo de equipo y un
espacio permanente de reflexión profesional
compartida. Por parte de los profesionales lo
relevante es la actitud de cuidar a las personas.
Las teorías éticas sólo son valiosas si refuerzan
esta actitud.
El trabajo íntegro lo podéis descargar gratuitamente en http://aporia.cat/publicacions/
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