lunes, 20 de marzo de 2017

"La mayoría de conflictos éticos surgen con la familia del enfermo"

Josep Fins
Josep Fins, director de Ética Médica del Medical Center de Nueva York. (DM)
El experto mundial en Ética Médica, Josep Fins, apuesta por el documento de las voluntades anticipadas como medio para resolver esas controversias.
"La mayoría de los conflictos éticos que encontramos no son problemas con los pacientes sino con las familias"; una situación que surge "cuando el enfermo pierde la capacidad para relacionarse con su médico, y esa primera comunicación entre familiares y facultativo se produce en un momento de fracaso médico", subrayó Josep Fins, experto en Consulta Ética y director de Ética Médica del Weill Cornell Medical Center de Nueva York.
Fins, que participó en las XIII Jornadas de Ética celebradas en Madrid y organizadas por la Fundación San Juan de Dios, señaló que habitualmente "hablamos de la relación médico- paciente, pero deberíamos hablar de la relación con los representantes del enfermo, que creo que es la más importante porque es la más difícil".
Sin embargo, buena parte de esos conflictos se podrían evitar si el paciente contase con el documento de últimas voluntades. Según explicó Fins a DM, "el documento de directivas previas (que es como lo llamamos nosotros), es una manera de preparar a la familia y que conozca sus deseos. Es la manera de que pueda compartir sus deseos y aspiraciones, sus temores en un momento en el que está muy enfermo".
Aseguró que en Estados Unidos "está aumentando el uso de las voluntades previas"; una experiencia que le lleva a aconsejar "a mis colegas españoles a desarrollar programas educativos para las familias y compartir los beneficios de las voluntades anticipadas".
Su experiencia como bioético le ha demostrado que esas "conversaciones difíciles" son una manera de prevenir el dolor. "Todos necesitaremos un documento de últimas voluntades, que no es realmente un documento sino un proceso de charlar, reír y llorar", insistió Fins, quien lo ha vivido en primera persona a raíz de la reciente muerte de su padre. "Las personas al final de su vida tienen que aprender a hablar con su cónyuge y sus hijos, a expresar sus deseos, porque la tristeza de perder a alguien es más duro si no se sabe si se cumplieron sus voluntades".
  • "Por tanto, hay que proteger a los vulnerables, y en el contexto de una crisis global, debemos mantener la Medicina como una fuente de humanidad y generosidad"
Pocas consultas
Por otra parte, Fins señaló que "el comité y la consulta ética deben convivir, ya que no hay otra opción. Ninguno es posible sin el otro y ambos tienen los mismos intereses; por tanto, no debe existir ningún conflicto". En su opinión, en España "hay muchos comités pero pocas consultas", que es la situación opuesta a la vivida en su hospital, donde las consultas fueron el precedente del comité, que cuenta con 23 años de actividad.
El comité donde desempeña su actividad profesional está compuesto por un equipo multidisciplinar de 30 miembros, entre los que se incluyen abogados, médicos, representantes religiosos, filósofos y también representantes de la comunidad, detalló. Además, actúa en sinergia con el resto de los equipos del hospital y fomentando su papel educativo. "Educamos a pie de cama, porque la mejor forma de enseñar ética es con el alumno a la cabecera del enfermo que está pendiente de una decisión", resaltó.
Para Fins, es fundamental diferenciar entre cuestiones puramente médicas y la consulta ética, recalcando que "el comité de bioética no toma decisiones, que corresponden a los médicos y a los pacientes; lo que ofrecemos es un análisis. Estamos para asistir".
Fuente de humanidad
Sobre los conflictos éticos que pueden surgir con pacientes de otras religiones, una situación que es frecuente dada la creciente multiculturalidad de la sociedad, el especialista del Weill Cornell Medical Center de Nueva York propuso "pedir ayuda a compañeros que puedan ejercer como intermediarios y entender que hay una obligación ética de aprender del otro. Se ve que hay más en común que diferencias".
Otro dilema es el de hasta dónde hay que utilizar unos recursos que pueden ser escasos. "Hay criterios éticos sobre esto, y lo primero es no discriminar a los pobres y con discapacidad", una puntualización relevante dado el sistema sanitario de Estados Unidos.
"Hay sistemas muy injustos que no debemos permitir. Hay personas pobres, sin discapacidad, en las que, en ocasiones, decidimos no gastar ni invertir dinero. Por tanto, hay que proteger a los vulnerables, y en el contexto de una crisis global, debemos mantener la Medicina como una fuente de humanidad y generosidad", insistió.

“Nos falta apoyo institucional e independencia”

Julio Vielva, presidente del comité de ética de la Orden de los Hermanos de San Juan de Dios, de Castilla (que incluye 15 centros), presentó la experiencia de la institución con los comités de ética, que funcionan desde 1991, "lo que le convierte en uno de los pioneros en España". En estos años, "las principales carencias a las que se enfrentan los comités de ética son la falta de apoyo institucional y la formación e independencia de estos comités; que no alcancen reconocimiento, prestigio y autoritas para tener la autoridad moral de cara al personal; que no sean muy conocidos y valorados por los profesionales, y que no le lleguen las consultas", unas observaciones que lejos de tener un afán recriminatorio debe servir para mejorar la función de esos comités:."El reconocimiento del resto del hospital es crucial. Se necesitan personas que trabajen individualmente con coherencia y en su deliberación conjunta puedan llegar a acuerdos y que no sean un foro de confrontación", apunta

http://www.diariomedico.com/2017/03/19/area-profesional/normativa/la-mayoria-de-conflictos-eticos-surgen-con-la-familia-del-enfermo 

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